NOVEDADES
Si preguntamos por James Bryce (Belfast, 1838–Sidmouth, 1922) a cualquier lector español instruido en ciencias sociales, es bastante probable que responda citando la distinción entre constituciones flexibles y constituciones rígidas contenida en un pequeño ensayo extraído de sus Studies in History and Jurisprudence (1905). Por el contrario, en cualquier otro lugar del mundo Bryce es abrumadoramente conocido como el autor de The American Commonwealth (1888).
El desafortunado periplo editorial de la obra en su primera traducción al español la hizo pasar prácticamente inadvertida para su público objetivo: los políticos y los juristas. La cultura jurídica en España perdía la oportunidad de entender o al menos poder contrastar algunos conceptos que para el público anglosajón e incluso para el hispanoamericano resultaban importantes. Esta edición va precedida de un estudio preliminar del profesor Héctor Domínguez que contextualiza históricamente la obra y la sitúa en la historia del pensamiento político.
En este primer tomo se analiza el gobierno nacional de los Estados Unidos desde la perspectiva del derecho político.
En este segundo volumen dedicado al gobierno de los estados en los EE.UU., el autor del estudio introductorio nos señala una de la ideas fuerza del texto: volviendo a la crítica generacional que se enunciaba al principio, podemos concluir con que la perspectiva de Bryce sobre el federalismo no es ni mucho menos formalista, legalista, ni conservadora independientemente de que, en lo que respecta al conservadurismo, intente hacer ver a los críticos de la democracia la compatibilidad del federalismo estadounidense con dicha tendencia. Es una visión, eso sí, hasta cierto punto complaciente con la perspectiva tradicional del federalismo, que omite voluntariamente el hecho de que esta noción había sido un auténtico campo de batalla teórico en lo concerniente a la soberanía de los estados y su alcance. Pero no es menos cierto que Bryce no rehúye la complejidad de su objeto de estudio.
El desinterés por el fenómeno de los partidos políticos estadounidenses en la bibliografía anterior a Bryce es evidente. Precisamente esa falta de profundidad y de detenimiento por parte de los comentaristas políticos a la hora de considerar este objeto de estudio sería explicitada por éste poco después de la publicación de The American Commonwealth, incidiendo en el hecho de que “ninguna de las más conocidas autoridades europeas en ciencia política, tales como Tocqueville en la anterior generación, o Bluntschli, Schérer, Bagehot y Laveleye en la nuestra, han reconocido la importancia del papel jugado en las grandes democracias por lo que puede llamarse ‘el mecanismo de los partidos’”. A esta carencia de materiales bibliográficos importantes se añadía el hecho de que los propios partidos eran organizaciones extralegales, y por tanto carecían de una configuración jurídica que pudiera servir como referencia objetiva.
La vida y la obra de Rafael Altamira es riquísima en facetas y matices, a cada cual más notable y extraordinario: jurista, historiador, diplomático, especialista en múltiples conocimientos, sobre todo históricos y jurídicos en los que destacó, es raro que no haya sido sólo versátil en sus intereses intelectuales sino también prolífico y profundo.
Muchos de estos aspectos han sido poco estudiados, o por la época de crisis y conflictos en que le tocó vivir no hubo quien le prestara la atención debida; de hecho, es desde hace poco tiempo que especialistas y obras se han dedicado a estudiarlos a él y a su obra y poner así sus logros al alcance general.
Esta monografía de Juan Manuel Ledezma, pone en el nivel que le corresponde la labor realizada por Altamira en su vinculación con el continente americano de habla española; su programa, tanto de estudio como de acción, para esta parte del continente evoca un aspecto premonitorio de su vida, su primer viaje a México entre 1909 y 1910 y las conferencias que pronunció tuvieron un inmenso reconocimiento y éxito por lo que, la entonces Universidad Nacional de México, le otorgó el Doctorado Honoris Causa.
La Biblioteca Lázaro Galdiano conmemoró en 2015 el centenario de la primera edición de la Segunda parte del Quijote con la exposición Leer y leer: lecturas de Cervantes y lectores del Quijote y esta Ración de artículos de El Doctor Thebussem, es el colofón de aquel centenario y el homenaje a Cervantes en el año en el que se cumplen cuatro siglos de su fallecimiento. También sirve para que se realice un deseo de José Lázaro, que quiso publicar todos los artículos de este autor sobre Cervantes y el Quijote y solo pudo editar uno de los que ahora se incluyen, el titulado «Lo verde».
Estos textos aparecieron como epístolas literarias que, aunque en apariencia tenían un destinatario particular, al hacerse públicas, llegaron a los lectores de las revistas de la época. Curiosamente, también el autor finge que las cartas se remitían desde distintos lugares cuando se trataba de escritos que siempre partían de Medina Sidonia.
Mariano Pardo de Figueroa, más conocido por el seudónimo que utilizaba «El Doctor Thebussem», gozó de fama entre los eruditos de la época pero hoy sus textos están olvidados, de ahí esta publicación de un autor que leyó y fomentó la lectura de las obras de Cervantes.
La publicación que ahora se presenta es el primer resultado tangible de la investigación
y catalogación iniciada del corpus de estampas de escuelas extranjeras
de la Fundación Lázaro Galdiano, F. S. P. —tanto sueltas como formando
parte de libros ilustrados— que se conservan en la Biblioteca. Este trabajo tiene
el carácter de prólogo de tan ambiciosa tarea al plantearse como primer objetivo la
identificación y definición de las principales técnicas del material gráfico, tarea previa
y necesaria para la precisa catalogación de las estampas.
La presente publicación se presenta a modo de avance de los primeros resultados
de la investigación, centrados en conocer las diversas técnicas o procedimientos de
estampación a través de una selección de estampas incluidas en libros impresos. Supone
al mismo tiempo un complemento y colofón a las dos actividades que, bajo la dirección
de Juan Antonio Yeves, se han llevado a cabo este año para difundir los resultados
del proyecto: el Aula de material gráfico y la exposición El libro ilustrado: técnicas de
estampación, cuyos contenidos y desarrollo se detallan en las páginas siguientes.
Pocas figuras del panorama intelectual del siglo XIX español han sido tan maltratadas por la posteridad como José Echegaray (1832-1916). Fue ante todo un hombre brillante y polifacético. Ingeniero de Caminos, matemático, físico-matemático, divulgador científico, dramaturgo, economista y político, alcanzó en todas estas actividades un gran reconocimiento. Ocurre, no obstante, que la lejanía temporal ha difuminado su figura, haciéndola casi desaparecer. Su importancia como literato hace mucho que ha sido puesta en entredicho, y su obra como matemático o físico-matemático es ignorada casi por todos, salvo por algunos estudiosos de la historia de la ciencia española, y aún aquí hay que señalar que son muy pocos, y limitados, los estudios que se han dedicado a su obra científica. Muy diferente fue en su tiempo, en el que el brillo de su fama fue descomunal. Sus Recuerdos son un testimonio sincero de la época que vivió como espectador inteligente y sagaz, y proporcionan al lector un cuadro detallado de la vida española del momento. Se publicaron por entregas en la revista La España Moderna de José Lázaro Galdiano entre 1895 y 1911, y desde allí se reimprimeron, siempre parcialmente, en otras publicaciones periódicas como Madrid Científico o la Revista de Obras Públicas. En 1917 aparecieron incompletas en tres tomos, impresas por Ruiz Hermanos en Madrid. La edición presente recupera todo el texto original y cuenta con la Introducción preparada al efecto por el profesor y académico José Manuel Sánchez Ron.
Desde el punto de vista bibliográfico la obra de Carl Justi acerca del arte español fue esencial. Coincidiendo cronológicamente con la generación de estudiosos españoles que en el último tercio del siglo XIX inició la renovación metodológica de la historia del arte en España, Carl Justi amplió poderosamente el panorama histórico de carácter nacional. Preocupado por la originalidad y la imitación en lo español, puso su acento en el análisis formal de los modelos artísticos. Al igual que Gregorio Cruzado Villaamil, Juan Facundo Riaño o Marcelino Menéndez Pelayo, abrió capítulos inéditos que van desde la exacta documentación e inventario de las obras hasta la reflexión sobre los tratados artísticos y las fuentes literarias.
Sería insuficiente definir a José Ramón Mélida y Alinari (1856-1933) como un pionero de la Arqueología española. El tiempo en que desarrolló su actividad, la formación que recibió en la segunda mitad del siglo XIX y el papel que jugó en las instituciones culturales, perfilan una figura que no se entiende cabalmente fuera de su época. Bien es cierto que muchas de las preocupaciones que recoge en sus escritos son plenamente actuales. Pero esto se debe más a las carencias de la cultura española, que Mélida conocía muy bien y apostillaba con cierta desesperanza en sus escritos, que a la intuición y sagacidad de sus observaciones.
Muchas son las razones por las que reeditar los once artículos firmados por Eloy Luis André (Vilardevós, Ourense, 1876-Madrid, 1935), en la revista La España Moderna entre 1902 y 1914 y reunidos ahora bajo el título Un regeneracionismo olvidado.
Son doce años de idas y venidas entre España y Europa; de reportero de las diferentes mentalidades que gobiernan la vida comunitaria allende y aquende de los Pirineos. Sumadas las estancias discontinuas en distintos centros europeos dan como resultado seis años vividos como peregrino por tierra transfronterizas y seis a caballo entre Madrid y Ourense, capital donde de forma intermitente ejerce de profesor de Filosofía.
En 1909 Rafael Altamira arribó a la Argentina, la primera escala de su periplo continental como delegado de la Universidad de Oviedo y embajador intelectual de la España moderna, liberal y progresista. Durante los meses de su estancia, Altamira desarrollaría una intensa actividad social, paradiplomática y académica, que le permitiría intimar con las élites políticas e intelectuales porteñas y platenses, al tiempo que ganar el respeto y simpatía de la clase obrera, de la prensa, de los docentes de todos los niveles de la educación, de los emigrantes españoles y de los diplomáticos de la Restauración.
Inencontrable años después de su primera edición en 1915, por diferentes avatares bibliográficos, la obra de Rafael Altamira Giner de los Ríos Educador se recupera ahora precedida de un estudio crítico de Dra. Delia Manzanero, especialista en la figura de Giner, el Krausismo e Institucionismo. Tal y como dice en su estudio: El libro que el lector tiene entre las manos nace como homenaje al maestro de maestros, a Don Francisco Giner de los Ríos, un semblante confeccionado por otro notable intelectual de la cultura española como es el gran historiador y jurista Rafael Altamira, quien fue en lo esencial fiel a lo sustancial de su doctrina pedagógica y jurídica. El contexto en que se fraguó esta obra de Altamira no es otro que el del importante proceso de renovación pedagógica, política y social con que arrancaba este periodo de la Edad de Plata española y, más concretamente, en el simbólico y funesto año del fallecimiento de su inolvidable amigo Francisco Giner, momento en el cual quizá sintiera un arrebato de nostalgia y lucidez a partes iguales para confeccionar un libro de esta naturaleza que le llevara a recuperar “la vibrante austeridad de las máximas educativas, en que parece escucharse la voz elocuente, la grave y sugestiva amonestación de Giner, que espolea y refresca al propio tiempo con el aura de eterna juventud, el don precioso de toda doctrina ideal y desinteresada”.
El libro Iglesia y sociedad en la Nueva España y el Perú, que se presenta a la consideración del lector, es el fruto de un seminario que reunió a historiadores peruanos y mexicanos. Se celebró en Lima en abril de 2013 y fue organizado conjuntamente por el Instituto Riva-Agüero de la Pontificia Universidad Católica del Perú y el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México. El seminario ofreció una excelente oportunidad para reflexionar sobre temas y procesos históricos comunes en los dos virreinatos americanos más importantes de la monarquía hispana. En esta publicación se destaca la profunda influencia que ejerció España durante trescientos años en la vida cultural de estas regiones, forjada a través de parámetros religiosos, valores y costumbres sociales que, aunados a la cultura de los pueblos originarios, marcaron de manera definitiva la vida de sus pobladores. Los estudios están coordinados por la Dra. Alicia Mayer (UNAM) y el Dr. José de La Puente (PUCP), que participan en la publicación con sus propios estudios sobre la materia.
El texto original publicado por Altamira en 1915, y prácticamente inaccesible hoy en día, va acompañado en esta edición del estudio preliminar de Yolanda Gamarra, profesora de Derecho Internacional en la Universidad de Zaragoza. Con este estudio se trata de profundizar más, si cabe, en las causas y efectos de las guerras, posición neutral de España, y en cómo fortalecer las bases de la paz, en el pensamiento de autores como Altamira, justo cuando conmemoramos el centenario de la Gran Guerra de 1914. Su libro, La guerra actual y la opinión pública española es uno de los testimonios que reflejan la inquitietud social y política ante la fragilidad de la paz en Europa. Se recogen reflexiones propias de un decidido y convencido aliadófilo, con lo que no hace sino seguir la tónica general del liberalismo, intelectualidad e izquierda española de las primeras décadas del siglo XX.
Altamira diagnostica los males de España y se siente obligado, al igual que otros autores, a contribuir a buscar alternativas a dicha situación. Para ello elabora un discurso patriótico movilizador, capaz de superar el pesimismo, crear valores nuevos y fortalecer la cohesión social. En cierta manera, trata de reinventar una España alternativa, moderna y de progreso, a fin de vencer su estancamiento y restaurar su prestigio en el contexto internacional. En el seno de estas coordenadas es donde se puede entender su discurso y proyecto regeneracionista, su compromiso patriótico y su actuación política.
Como dice el autor en el propio texto:
Este es el libro de un pacifista, es decir de un hombre que si no estima fácil y próximo concluir con la guerra, abomina de toda violencia, colectiva o no, y cree que todos tenemos el deber de trabajar porque algún día se haga imposible o muy rara en las relaciones entre los pueblos. Es por tanto, este, un libro de paz, y también de sinceridad y de serenidad....
La Revista de Derecho y Sociología representa uno de los esfuerzos más memorables de la cultura jurídica española por abrirse a otras corrientes. Adolfo Posada sintetiza el fin y el propósito de la misma:
La Revista de Derecho y de Sociología tiene un programa perfectamente definido, que puede exponerse en breves términos.Aspiramos a condensar en una publicación independiente el movimiento jurídico y social de España y del extranjero. Nuestro propósito es fundar una Revista de carácter ante todo científico, que refleje cuanto entre nosotros se trabaja en el Derecho y en las ciencias sociales y que sirva de órgano de comunicación con el mundo culto...
Los artículos que en primer término ofrecemos al público forman parte de la Revista de la Escuela histórica que fundaron en 1815 Savigny, Eichorn y Göschen, y en la cual aparecieron, juntos con los de los fundadores, interesantes trabajos de Hugo, Dirksen, Grimm, Hasse y otros muchos. Tienen los tres artículos elegidos una mayor importancia, aparte de otras consideraciones, por el carácter de generalidad de su contenido. El primero de ellos es un nuevo manifiesto de la Escuela histórica del Derecho.—En el segundo combate Savigny, no manifestaciones patrióticas a favor de los Códigos, como las hechas por Thibaut, ni una crítica propiamente científica, sino las objeciones que su folleto sobre legislación y jurisprudencia sugirió a una crítica parcial y apasionada que representó Gonner principalmente.—El tercer artículo es el programa de los germanistas de la primera época hecho por el más autorizado de sus jefes.
Objeto de disposiciones legales ha sido en todos tiempos la propiedad patrimonial de los Monarcas: en el Fuero-Juzgo se insertaron algunas muy explícitas: en las Partidas se encuentran varias: las Cortes Constituyentes de Cádiz, y después otras muchas se han ocupado también en este asunto. Explicaciones y comentarios de los jurisconsultos no han faltado desde hace siglos. En los testamentos y en las donaciones, y en otros actos solemnes de dominio consignaron muchas veces los Reyes las ideas y la jurisprudencia de su respectiva época acerca de la extensión de sus facultades en cuanto al derecho civil de propiedad privada. Y sin embargo, hay pocas cosas más difíciles que fijar la condición legal de los bienes que formaban el Real Patrimonio bajo la Monarquía absoluta.
Salomon Stricker nos da en este ensayo una visión del Derecho que no puede pasar inadvertida para los juristas: desde la perspectiva y la formación de un médico se pone en relación los fenómenos de la conciencia y la afectividad con el fenómeno jurídico. La racionalidad, el lenguaje, la idea de fuerza o la de penalidad son estudiadas originalmente, aportando una innovadora visión antropológica y cultural a un ámbito donde muchas veces es la propia práctica del derecho la que improvisa toda la reflexión teórica acerca de muchos problemas.
El autor indica el propósito de su obra en la siguiente síntesis: Al establecer que la influencia de los teólogos y filósofo; españoles ha de estudiarse con relación al Derecho público y especialmente al penal, indica desde luego que no ha de tratarse solamente del Derecho público, en sentido estricto o sea del Derecho político, sino también del Derecho público en el concepto más lato, o sea del político, del administrativo, del penal y procesal, así como del Derecho eclesiástico en lo concerniente a las relaciones entre la Iglesia y el Estado; sin que el incluir a este último dentro de los indicados limites arguya el desconocimiento de su carácter autónomo e independiente en términos generales. No me parece dudoso, por otra parte, que cae también en la esfera del tema el Derecho internacional público, o sea las normas a que se atemperaron las relaciones de España con otros Estados, así en tiempo de paz como en tiempo de guerra.
Discipulo de Theodor Mommsen, Otto Seeck editó está Resgesta documental del Imperio y el Papado, como una continuación de la labor de su maestro, que supone una obra de referencia indispensable para el estudio de antigüedad entre los años 311 y 476. El rigor metodológico en la redacción de esta obra la coloca al mismo nivel que las de Jaffe y Potthast y supone un punto de inflexión en la elaboración de obras de referencia para estas fuentes documentales.
Esta obra clásica sobre la fuentes del Derecho Canónico hace un estudio pormenorizado y sistemático de las mismas. Desde que a finales del siglo XVII Jean Doujat publicó las Praenotationes canonicae buscando servir de guía sobre la materia, poco se había intentado hacer para sistematizar el conocimiento que sirviera a historiadores, archiveros y en general a todos aquellos que precisan tener un marco general de la evolución de estas fuentes cruciales para nuestro pasado.
El autor recoge en esta monografía una serie de textos fundamentales para el estudio del Derecho canónico. La primera parte dedicada a las fuentes antiguas sigue un criterio cronológico en su exposición. La segunda parte dedicada a las fuentes de la época moderna, sigue un criterio temático. Las dos contstituyen un corpus de referencia para textos no siempre fáciles de consultar para el estudioso.
NOVEDADES EN HUMANIDADES
A Hermenegildo Giner (1847-1923) se le conoce por su condición de político liberal, escritor, y sobre todo pedagogo. Estudió derecho y ejerció como profesor de Instituto. Sus ideas liberales le apartaron de su puesto, lo que provocó que junto con otros profesores entre los que se encontraba su hermano Francisco, se adhiriera al proyecto de la Institución Libre de Enseñanza, que suponía colocar la educación y la cultura española a niveles europeos.[leer más]
Los dos temas históricos que se tratan en esta obra pueden resultar interesantes para un público lector amplio y no necesariamente especializado.: por un lado el mito histórico del desastre de lo Gelves, una de las mayores derrotas navales en tiempos de Felipe II, que afectó profundamente a la configuración del espacio mediterráneo. Por otro el tratamiento de la figura del secretario real Antonio Pérez y sus desavenencias con el monarca, que terminaron en un exilio. Ambas configuran dos lugares interesantes de nuestro imaginario historiográfico.[leer más]
El autor dice en la presentación de su obra: No trato de exponer, en esta conferencia, los orígenes de ninguna leyenda, ni siquiera de referir su desenvolvimiento histórico. Aspiro solamente a demostrar que las leyendas que sirven de base a los dramas musicales de Ricardo Wagner (1813-1883), no son asuntos completamente alejados de la tradición de nuestro pueblo, ni han dejado de ser conocidos y amados por él en épocas más o menos remotas.[leer más]
Este estudio fue pionero para entender la realidad histórica de los afrancesados, sujeta hasta fechas recientes a la polémica de ver en ellos los traidores en la guerra de la independencia, más que los portavoces de la modernidad frente al antiguo régimen. El estilo ameno y documentado de la misma la hace accesible tanto para el lector común como aprovechable para el lector académico.[leer más]
Esta obra podría considerarse como uno de los testimonios extravagantes sobre una literatura española efímera en muchos casos. La información que nos aporta sobre los autores la convierte en una fuente de información importante para perfilar la biográfica de nombres no del todo conocidos por el gran público pero que forman parte de la literatura española.[leer más]
Esta obra pertenece a un género que se dejó de cultivar a mediados de este siglo, y que veía en la lectura un arte que había que ejercitarse como cualquier otro. La lectura acompañada de una buena técnica enriquece la percepción del acto lector por parte de quien sigue una serie de pautas. Esta mezcla de ensayo sobre el acto de la lectura y manual de técnicas entreveradas con experiencias del autor hace de ella una monografía accesible al gran público y no sólo al especializado.[leer más]
La quiebra religiosa que para el mundo antiguo supuso el cristianismo no ha sido debidamente tratada por estudios en los que se muestre como los procesos históricos no son fruto de rupturas puntuales sino el resultado de largos ciclos de cambio e hibridación. Esta obra introduce al lector no especializado en el problema del final del paganismo. Para el lector universitario puede ser considerada como una monografía de referencia para introducirse en el problema histórico crucial en la historia de las ideas religiosas.[leer más]
La tardía recepción de Ruskin en la cultura española junto con la dificultad para acceder a este texto "programático" de su pensamiento hacen este título interesante para cualquier lector interesado en el arte y la literatura. Este ensayo puede ayudar a situar al lector en una coordenadas en que la noción de arte todavía permanece a salvo de la crisis posterior al periodo de entreguerras.[leer más]
Edición completa y anotada de las Memorias del general Romualdo de Nogués (1824-1899). Han permanecido olvidadas durante años pese a que pueden considerarse un ejemplo excepcional de literatura de memorial y un texto histórico de referencia para el estudio del siglo XIX español y particularmente de nuestra historia militar y sociocultural. El autor se caracterizó por conjugar su vida castrense con múltiples intereses intelectuales, de cuya combinación procede el texto de la obra. En ella se suceden y entremezclan en un continuo cronológico la literatura de memorial, el testimonio del militar, el del coleccionista de arte, el del anticuario, todos ellos junto a las reflexiones dolidas de quien no puede mantenerse al margen de la mediocridad y la injusticia.
La obra se articula en tres partes: la primera publicada parcialmente por entregas en la revista La España Moderna, a finales del siglo XIX la segunda y la tercera permanecían inéditas en un manuscrito autógrafo propiedad de los sucesores del general, que lo cedieron para esta edición.
La edición ha sido preparada por los especialistas Pedro Rújula López (Universidad de Zaragoza) y José Ramón Urquijo Goitia (CSIC), que cuentan con una acreditada trayectoria en el estudio del siglo XIX español. Ambos son los autores de sendos estudios preliminares, la transcripción de originales y el aparato de notas que acompaña el texto.[leer más]
¿Cómo puede transcurrir un viaje a través de los textos publicados en América a principios de siglo XX? Rafael Altamira viajó entre marzo de 1901 y enero de 1905 por cientos publicaciones: revistas, novelas, monografías o simple efímera son revisados de manera minuciosa por una de la inteligencias que a principios del siglo XX entendieron que toda la vida cultural de América se estaba despreciando con condescendencia desde la antigua metrópoli. Para ello Altamira tiende un puente entre los dos continentes. Como dice en su prólogo: El público español se va enterando ya de lo que hasta ahora era conocimiento de unos pocos, a saber: que en América se imprimen algo más que tomos de «ripios ultramarinos» y que en la literatura seria americana hay no pocas cosas que nos importa mucho tener en cuenta, y aun estudiar a fondo, no sólo para orientar bien nuestras relaciones de todo orden con aquellos países, sino para tomar ejemplo de iniciativas que nos hacen gran falta, o mirarnos en sus propios defectos. La obra cuenta con el prólogo de Pilar Altamira y el estudio preliminar de Fernando Serrano Migallón.[leer más]
La génesis de nuestra primera Constitución, suscitó durante todo el siglo XIX la necesidad de dar al público documentos y relatos que permitiesen entender cómo se gestó y cuáles fueron sus hitos. Es claro que las ciudades donde se celebraron la Cortes, San Fernando y Cádiz, son depositarias de una rica memoria en relación con aquellos acontecimientos. Esta obra del cronista de la ciudad de Cádiz y de su provincia da cuenta de una recopilación de textos ilustrativos para entender mejor aquella época. El profuso anecdotario contemplado en ellos resulta de utilidad para el historiador, pero por la diversidad de géneros a los que el libro da cabida, también para el lector no especialista. Hay, por ejemplo, una recopilación del de la época, que pueden no haber quedado reflejadas en otro sitio fuera de estas páginas, y que muestran el reflejo en la ciudadanía emergente del conflicto entre antiguo régimen y estado moderno que permanecería latente con sus secuelas a lo largo del siglo XIX. [leer más]
Orientalista francés nacido en 1846 y muerto en 1916. Ingresó en el Instituto de Luis el Grande. En 1865 ingresó en la Escuela Normal con un importante bagaje de conocimientos sobre egiptología. Publicó sus primeros trabajos sobre la materia en 1868 y 1869 atendiendo la petición del comisario de la exposición egipcia Mariette. En 1873 preparó su memoria de doctorado con el título de De Cahemis oppidi situ et historia antiquissima junto con Du Genre épistolaire chez les anciens Egyptiens, y ese mismo año fue propuesto para ocupar la cátedra de M. de Rougé, que ocupó en 1874. En 1875 publicó la Histoire ancienne des peuples de l’Orient, que conoció pronto dos ediciones y fue traducida al alemán, ruso, húngaro y castellano, que constituye la primera tentativa de redactar un texto serio y riguroso que acudiendo a las fuentes primarias la historia del Oriente clásico. En 1880 fue comisionado por el gobierno francés para establecer una misión permanente en El Cairo y en 1881 sucedió a Mariette como director general de las excavaciones de Egipto. En 1883 ingresó en la Academia de Buenas Letras e Inscripciones. En 1886 tomó de nuevo posesión de su cargo como catedrático del Colegio de Francia, cargo que compaginó con el de director de la Escuela de Altos Estudios. Fue uno de los orientalistas más reputados de Europa. [leer más]
Nacido en 1799 y muerto el 25 de Enero de 1889 fue el último representante de una dinastía de verdugos. Se le atribuye una única obra titulada Memorias de los Sanson publicada inicialmente en 1862, donde se recogen testimonios de lo que debió ser su tradición familiar desde 1635, fecha en la que nació el fundador del linaje Charles Sanson. La crítica literaria ha puesto en duda su autoría directa, y los estudios actuales consideran que al menos en la redacción intervinieron tres autores. El propio Henri-Clément habría redactado una pequeña parte de la obra y suministró abundante información para que otros dos autores ocultos acabasen la redacción según las indicaciones del editor Dupray de La Mahérie. Hoy se sabe que uno de ellos fue el periodista d’Olbreuse, que a su vez debió delegar parte de su labor en un tercero del que no se conoce el nombre. Esta práctica de redactar una obra a varias manos no es algo extraño en un momento en que incluso los grandes escritores como Balzac, alquilaban sus servicios como escritores a cambio de un salario. El texto se convirtió pronto en un relato codiciado y traducido a varios idiomas europeos, entre ellos el español, el mismo año de la aparición del original francés. Representa un modelo de literatura romántica de consumo que nos actualiza un repertorio de temas y anécdotas que servirán para distinguir la modernidad de las prácticas del antiguo régimen. No en vano algunos de sus pasajes han aflorado en el panorama editorial contemporáneo en obras como el Surveiller et punir (1975) de Michel Foucault, uno de los filósofos europeos más controvertidos. [leer más]
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